Stephen S. Roach (Morgan Stanley) ha publicado el artículo “Whither Capitalism?” en el Journal of Applied Corporate Finance (Winter 2009). En él analiza las recientes críticas al sistema capitalista de libre mercado, los problemas que podríamos arrastrar en el periodo post-crisis, la asignación de responsabilidades en el actual “credit crunch” y, en su opinión, el principal elemento a corregir de cara al futuro. Así, me gustaría destacar las principales ideas expuestas en dicho trabajo; son las siguientes.
En todas las crisis se cuestionan creencias y valores fundamentales. La historia del capitalismo ha estado llena de retos en este sentido. Y esta crisis es una prueba más de ello.
El capitalismo se basa en la libertad de mercado y empresa, que buscarán el óptimo y la eficiencia en la distribución de recursos. Y todo ello a través de la “mano invisible” de Adam Smith.
Además, el capitalismo permite también la intervención del sector público en materias tales cómo la seguridad, el suministro energético, etc. Y su éxito contrasta con el fracaso de sistemas de planificación central llevados a la práctica por algunos países.
A pesar de que hoy es el día en que muchos atacan al capitalismo mostrando la debilidad de su máximo exponente, EEUU, lo cierto es que aquel, aunque no lo parezca, de momento sigue funcionando.
Así, a pesar de las intervenciones institucionales, más del 90% del sector privado estadounidense continua funcionando bajo la libertad de empresa. Y en la medida en que las ayudas e intervenciones estatales aumenten, las críticas y dudas hacia el sistema capitalista crecerán con ellas.
Sin embargo, sí es cierto que existe la preocupación de que las ayudas pasen de ser temporales a permanentes (o al menos se dilaten en exceso en el tiempo). Algo que dependerá de la profundidad de la recesión y, en concreto, del comportamiento del consumidor americano (que representa el 70% del PIB).
Dicha preocupación se centra en que algo que debería interpretarse como una ayuda temporal, se convierta en un déficit público estructural. De hecho, Japón es el ejemplo de un país en el que tras el estallido de su burbuja mantiene, 20 años después, un déficit brutal y una política monetaria de tipos cero que va a cumplir 10 años.
Por ello, la clave estará en el modo en que se defina la estrategia para salir de una economía dependiente de la intervención y el soporte público. Y esta incertidumbre es la que sigue suscitando el debate sobre si la eficacia del capitalismo continuará.
El artículo de S. Roach continua analizando las responsabilidades de la actual crisis, a cuyo período de gestación denomina “Era de los Excesos” y donde afirma que no sólo las firmas financieras de Wall Street pueden tener la “culpa”, alegando que todos participan en las burbujas y nadie quiere que su particular “fiesta” acabe.
Así, termina por afirmar que , en su opinión, una gran parte de esa responsabilidad recae en la regulación corporativa y pública (entidades financieras, agencias de rating, instituciones de regulación y control, bancos centrales, etc).
En conclusión, el capitalismo ha estado presente desde que Adam Smith publicara “La Riqueza de las Naciones” hace más de 230 años. Lo que ocurre es que, hoy día, vivimos en un mundo donde los instrumentos financieros y de intercambio son altamente complejos en un ambiente de gran globalización (en el flujo de capitales, bienes, recursos intelectuales, etc); y todo ello en un sistema de libre mercado. Lo que puede constituir una combinación cuando menos peligrosa. Por eso, si el capitalismo ha sobrevivido a eventos como la Gran Depresión, no parece probable que ahora sea el momento de reinvención del sistema, sino que posiblemente un elemento de la cadena de éste haya fallado. Y quizá haya sido la regulación y el control.
[Artículo de S. Roach también disponible en esta otra fuente].