El pasado 22 de Junio Stephen Roach ofreció en Madrid una conferencia – titulada “Leadership imperatives in a post-crisis world” – acerca de cuáles van a ser las claves para afrontar el futuro, analizando la situación de la que veníamos y focalizando parte de su ponencia en China, una región con un notorio aunque aparente potencial.
A continuación destacamos las principales conclusiones de esta ponencia:
– Como todas las crisis, esta también pasará.
– Será una recuperación lenta y gradual, con recaídas y pasos hacia atrás.
– “Lo que era un círculo virtuoso, se ha convertifo en un círculo vicioso”: hasta ahora se creía que el sistema basado en el consumidor americano, quien no ahorraba, gastaba más de lo que tenía y pensaba que el productor chino iba a prestarle sus ahorros eternamente, iba a funcionar por siempre.
– Con todo, viviendo en un mundo global, tenemos que tener claro que no podemos “desacoplarlo”. Las burbujas de la vivienda y la financiera eran las que apoyaban al consumo. Así que estos eran los desequilibrios macro que nos han llevado a esta situación.
– Por ello, necesitamos un cambio de las estrategias y políticas rotas del pasado, que propiciaban un modelo desequilibrado de economía global. Por lo tanto, esta crisis es una oportunidad para tomar decisiones difíciles que no estábamos afrontando. Pero, si no lo hacemos, volveremos a una crisis que será aún peor.
– Esta no es una crisis del capitalismo. El modelo capitalista y la “mano invisible” son modelos que funcionan con una eficiencia brutal. Por lo que estamos viendo una crisis de la gestión del capitalismo, de forma que la autorregulación controlaba el sistema, lo cual ha sido un error político. Tenemos una economía compleja, que reclama una gran regulación.
– Greenspan fue impulsado por la idea del autocontrol. Algo insostenible en mercados complejos y economías interdependientes. Ésta es una crisis que se podía haber evitado. Cualquier motivo para pensar lo contrario es una excusa para quienes se quedaron dormidos en vez de regular la economía.
– China es una economía muy desequilibrada, desordenada y quizá insostenible, a pesar de su aparente fortaleza.
El reto para China es cambiar el modelo de las inversiones fijas y las exportaciones por el del consumo privado. Ya que el actual no es un camino sostenible.